miércoles, 1 de diciembre de 2010

135.- CÓGEME LA PINZA, MORENA (Seleccionado)

La gota final ha sido la llamada a las ocho de la mañana del domingo.

Una intenta, como trabajadora explotada a degüello durante seis días, aprovechar la misma para dormir, tomar un aperitivo y comer con el hombre que se supone es su media naranja. Pero antes de la nueve, mis neuronas ya crepitan. Mi amor cancela la cita porque “mamá quiere que le cuelgue las cortinas nuevas”.

Durante un rato, juego a los dardos usando su foto como diana. Luego, decido que el capullo no lo merece, y lleno la bañera con sales de melisa. Media hora a remojo y el día mejora por momentos. Me envuelvo en la mejor toalla de rizo del armario y preparo un suculento desayuno: centollo y Chardonnay blanco. A la segunda pinza del bicho que masco, decido dos cosas: a la mierda el régimen de verduras y a la mierda mi novio.

En Comida para dos.

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