miércoles, 1 de diciembre de 2010

213.- EL TANGO POR LA RUTA DE UNOS ARRUGADOS OJOS (Segundo premio)

Ella mira y recuerda, en tanto él se desangra en el rellano. Es la milonguita que embelesa, luminaria, malvasía, palo santo… Cierra los ojos. Empuja la vida con el pie y empiezan los pasos del baile: “anillo”, ella en torno a él obligada por su gesto, yuyo de ilusión que se quiebra; “caminar”, él voltea con la palabra logrando que ella enfrente su mismo destino, mate de la persuasión; “corrida”, él la empuja mientras ella camina hacia atrás, y languidece la risa; “ocho”, están enfrentados, ella nota sus lágrimas hundiéndose en el líquido viscoso que resbala por sus labios... Se desata la garúa. En la “mordida”, tiemblan las baldosas del pasado con el eco de un mítico gemido de bandoneón, mientras clava la faca de sus soledades en el corazón del hombre. El sonido estridente de las sirenas de la policía le hace abrir los ojos. El baile ha terminado.

Inspirado en la fotografía titulada “Noches de tango”

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