En un lejano país, una noche un niño tuvo un maravilloso sueño. Al despertarse, se vistió y salió de su humilde casa y empezó a caminar.
Anduvo y anduvo y su corazoncito cada vez latía mas fuerte.
Cuando por fin se paró, comprobó que se encontraba rodeado de inmensas pilas de basura y, a su lado, otros niños como el, revolvían y buscaban entre los montones de desechos.
De repente, observó, que de sus pies desnudos, surgía un rayo del sol. Se agachó y recogió un precioso espejo. Se lo acerco y, por primera vez en su vida, pudo contemplar su rostro. Y sonrió.
Otros niños se acercaron y se fueron pasando el espejo, mientras reían.
Sus risas iluminaron aquel triste paraje, sus risas, el tesoro mas hermoso del mundo.
Inspirado en la foto titulada “Marcelo”
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