-Tienes que frotar con más ganas, con más fuerza, porque si no lo haces así, las manchas no van a salir.
-Ya, si yo lo intento, pero no me sale como a ti.
Después de dos horas haciendo la colada intentando que aprenda, lo hemos tenido que dejar porque dice que está cansada. Yo le he dicho que se lo tome como un juego, que a medida que vayan pasando los días, le irá saliendo mejor, pero no ha habido forma.
-Está bien, abuela. Por hoy lo dejamos, pero mañana pon un poco más de interés porque así no vas a aprender nunca.
-Como tú digas, hija, como tú digas.
Inspirado en la fotografía titulada “La herencia del agua”
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