José no tenía ni la menor idea de cómo había llegado al Zapa. Pero allí estaba. Tirado en una esquina con el pelo revuelto y una resaca impresionante. Se había pintado hasta las nalgas de rojo. Todavía sonaban los cohetes y el barullo general en todo el país. La cosa iba mal pero ¡como jugaban al fútbol! Eran los mejores. Los mismísimos campeones del mundo .Vale, había gente en paro, corrupción a saco, zanganeo...pero hoy eran los campeones. Se levantó envuelto en olor a pis y vómito y se dirigió a la Moncloa, feliz.
Inspirado en el tema Calle del Sol
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