jueves, 25 de noviembre de 2010

200.- MAÑANA HA DE EXISTIR

Necesito sentir el mar, llenarme de su sonido, su olor y su inmensidad. Cemento, acero y asfalto vaciaron mi alma, me hicieron inerte y mundano. Necesito volver al hogar, abrazar a unos y a otros, necesito volar para olvidar mis miedos y relajarme al calor de unos cuantos sentimientos. No nací para ver barrotes en cada ventana y ventanas sin luz, no crecí pensando en convertirme en lo que hoy soy, no maduraré sintiéndome estéril y anodido. Decidí hace tiempo escribir mi vida a lápiz, no complicarme demasiado ni mirar por un solo catalejo, borrar y reescribir líneas sin reparar en el coste emocional. Pero pasó el tiempo y mi viejo lápiz se ha cansado de escribir y en mi papelera, acinados, rebosan montones de folios. Ahora voy a asomarme por mi ventana, la de siempre, sin barrotes y contemplar el mar sabiendo que la bruma se irá.

Basado en la fotografía “Astillero”.

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