viernes, 26 de noviembre de 2010

212.- CHINESCAS

Mis manos se valían de cualquier luz propicia para crear perros, conejos, gatos, elefantes, cisnes y demás animales. Un día pasé por esta calle y mis manos no se pudieron resistir al duro sol de agosto. Sobre la columna de un portal dieron vida a un lebrel y luego a un águila que comenzó a mover majestuosamente sus alas hasta levantar el vuelo. Me fui a casa confundido, sin saber qué había pasado. Al día siguiente regresé, no sé muy bien por qué, y me encontré con otra persona que había sufrido la misma peripecia. Hoy somos miles los que venimos a esta calle los días soleados en busca de esas sombras que un día se fueron. Las vemos deslizarse por las paredes, revoloteando como mariposas, sin dejarse cazar.

Inspirado en la fotografía Segundo premio del tema Calle del Sol sin título.

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