viernes, 26 de noviembre de 2010

252.- LLEGÓ A UNA SUCIA ESTACIÓN SIN NADA EN LOS BOLSILLOS

Llego a una sucia estación sin nada en los bolsillos.

Con la derrota en la espalda, la inocencia virgen y la fuerza que da el hambre.

Cambio silencio y aire por humo y ruido.

Levanto la vistas hacia las chimeneas y los tejado de las fabricas con el ansia del naufrago que busca la orilla.

Pasaron muchos años, nunca supero del todo la derrota, ni olvido el hambre y sin quererlo se convirtió en el hombre con humo en los bolsillos.

Inspirado en la fotografía titulada “La hora del paseo”

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