viernes, 26 de noviembre de 2010

235.- FANTASMAS MONTAÑESES

Paseando entre la niebla, creí ver movimiento junto al cargadero y me acerqué. Tres figuras con sombrero esperaban en las tablas. Eran tres ancianos con abrigos de paño gris. Los tres empuñando un rosario. Permanecí silencioso en el muelle observándoles. Se oyó un estruendo y golpes de piedras cayendo al agua. El mas espigado comentó:

- Ya han horadado la horadada, llegarán pronto.

Se oía el rumor del remo rompiendo el agua. Crujió el cargadero. Me atreví a asomarme y vi una balsa de piedra sobre la que flotaban dos cabezas coronadas que llamaron a los ancianos por su nombre. Don Emilio, Don Ramón y Don Antonio bajaron por una escala. Mientras la balsa se adentraba en la bruma, seguía oyendo sus voces. Hablaban de Cuba. Uno de ellos se jactaba de su pericia para pasar el negro en bodega. Reían.

Tema/Fotografía: “Astillero”

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