sábado, 27 de noviembre de 2010

285.- NUESTRA NIEBLA

Sin saber de donde la niebla fue entrando en el valle. Todo el mundo le tenía miedo tan densa era que no dejaba pasar la luz, la oscuridad era tal que fue apellidada de ´´soledad´´. En el centro del pueblo, desde un pequeño campanario un padre muy joven que acababa de salir del monasterio veía como su pueblo era tragado por la niebla. Al verla tan densa y grande sintió tanto miedo que tocó las campanas, alomejor alguién vendría en su ayuda. Por todo el tenebroso valle se hicieron oír sus campanadas, pasados pocos minutos escuchó algunos ruidos abajo en la iglesia, alguién había llegado. Corrió hacia la puerta, con fuerza la abrió y cual no fue su espanto, al ver que la densa y tenebrosa niebla había dejado sitio al suave y cálido sol, enquanto dos pequeños ojos felices de un niño le miraba.

Fotografía: ´´Niebla´´

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