sábado, 27 de noviembre de 2010

266.- NOCHES DE TANGO

Ella es salvaje y primitiva, como yo; pero sofisticada y delicada. Por eso cuando logro arrancarle un gesto cariñoso, como de gata, siento que he triunfado.

Con ella todas las noches son noches de tango y, desde que la tengo, solo creo en la verdad original de su cuerpo desnudo frente al mío, abrazados, fundidos en un baile eterno.

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