Ella deseaba una cena romántica…, lo deseaba con todas sus fuerzas, pero él ya no estaba, se fue a probar “con la última rubia” , el asiento de atrás... del viejo Cadillac solitario; y ahora estoy... aquí sentada - pensó; estoy aquí sentada delante de una mariscada, en la ladera de mi cocina , quizás el Albariño me ha hecho recordar…, nene, ¿por qué no volviste a llamar? ; pero bueno, soy una mujer inteligente, guapa, e independiente;
¿quién le necesita? Yo para ser feliz: solo quiero un camión...! Jeje.
Esta es la historia de “una mariscada solitaria” (homenaje a Loquillo).
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