¡Qué hartura! Con la ilusión que me hacía esta cámara fotográfica con disparador automático. ¡Al fin me podría retratar con mi dragón y dejar constancia de su existencia!
Pero la máquina resultó ser un fiasco. Llevo doce intentos y en todas salgo yo solito. ¡Y mira que mi dragón es gigantesco! En esta última fotografía ya estoy desesperado. Le he prometido a mi dragón que pediré una nueva cámara para Reyes. ¡Quizás la necesite con menos mega píxeles y algo más de sensibilidad!
Inspirada en la fotografía titulada “Marcelo”
No hay comentarios:
Publicar un comentario