Luna llena, o casi llena.
Aún siento frío, mucho frío.
Camino a pasos cortos.
Antes era tarde.
Luego será temprano.
Luces tenues, luces borrosas.
Espero, espero, espero.
¿A dónde vamos? ¿A dónde voy?.
Engullida por la amargura de la noche y el sonido de mis pasos cortos, me despido de nadie.
La calle duerme, a la hora en la que el día despierta, salpicada de vasos rotos y restos de colillas como luciérnagas apartadas en las cunetas, a medio esconder, a medio vivir.
Somos dos figuras desdibujadas que apenas se conocen: a penas unas miradas, a caso unas palabras, ojala unos tangos, quien pudiera un abrazo.
Oculto tras las farolas se esconde un sueño, una ilusión.
La calle duerme, a la hora en la que el día despierta.
Inspirada en la fotografía titulada “Noches de tango”
No hay comentarios:
Publicar un comentario