Vive en el número 25 de la calle Sol. El mar a 3 calles cuesta abajo, bandera mediante. Treintañero tardío, mediana altura, moreno, tez fina, rasgos bellos. Fuerte por fuera, conflictivo por dentro. Él no es capaz de explicarse porque no puede amarla, porque ha sido incapaz de amar a nadie. Se tortura, busca explicaciones. Todo son contradicciones. Aún cuándo ella lo tiene todo, hasta unos divertidos kilos de más. Incluso él, ha aprendido quien es Edipo. Su madre, ¡qué mujer tan fascinante!, esa energía herencia de abuelo francés y abuela afrocubana. Y sin embargo él sabe que ellas no son el origen de esa duplicidad que crece geométricamente en su interior. Mira fijamente la ropa de color girando en la lavadora, se toca el estómago, busca en su cabeza. Cada día más ron, más soledad en una cama compartida. La doctora articula despacio: “Jonás, usted tiene dos cromosomas X”.
Inspirado en la foto titulada “25”
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