miércoles, 24 de noviembre de 2010

102.- CAMINO

Aquella niñez camina junto a mí. En ocasiones le pido que me espere. Pienso en mi evolución junto a ella, en lo bueno, en lo complicado. Me he perdonado y respetado. Todavía puedo ver la luz cuando siento que empieza a oscurecer. Todo ha cambiado más rápidamente de lo que he llegado a comprender. Pero hay caminos que siguen abiertos. No todos, a veces menos. Pero algunos todavía me permiten seguir compartiendo su dirección.

Las constantes sensaciones me han acompañado a lo largo de mil batallas personales, llegando a conseguir la tan soñada tregua con mi alma. Me he enamorado junto al mar y he sentido los latidos de la marea en mi compañera. Su mirada en mí. Mi amor incondicional en ella.

He aprendido a caminar, eligiendo caminos al azar. He aprendido a querer, mintiéndome en ocasiones, despertando cuando lo necesité. He vivido. He sentido. Ha merecido la pena...

Inspirado en la fotografía titulada “La hora del paseo”

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