Como la letra vaga cuando te invade el sueño, así mi camino va dejando huellas que no reconozco…
No puedo desprenderme de mi ego, pero puedo jugar.
Ahora soy musa de la resignación. Actúo cuando un suspiro subliminal escoge palabra para el crucigrama; nueve letras: se dice del que mira al pasado con melancolía, al futuro con miedo y al presente con indiferencia. La solución tras las noticias deportivas: F-R-A-C-A-S-A-D-O
Da a luz la Calle del Sol, multitud que se ignora, y entre tantos, un hombre sin prisa, como un niño haciendo la búsqueda del tesoro con espadas de cartón. Podría evitarlo, pero no lo hago. ¿Por qué reposas tu cuerpo en la frialdad de este suelo? Le pregunto intrépida.
“La frialdad desciende de los que pisan este suelo” responde. Se me congela el alma, pero renace cuando me dedica el mejor “que tengas un buen día” de mi vida.
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