martes, 23 de noviembre de 2010

96.- REENCUENTRO

Habían pasado 38 años y allí estábamos otra vez, en el bar Rubicón. Frases como “Cuanto tiempo” o preguntas como “¿Qué tal te va?” fueron surgiendo en los primeros momentos de la conversación. Parecía que estábamos siguiendo un guión. Todo era de lo más previsible. Lo que quizá él no se esperaba era lo mucho que le había echado de menos. “Ahora las cosas han cambiado”, le dije. El problema residía en que en el fuero interno de Gerardo todo seguía igual. Y si nada había cambiado en el interior, de poco o nada servía que lo hubieran hecho las circunstancias. Le insistí en que debíamos volverlo a intentar. Retomaríamos nuestra relación donde la habíamos dejado. Pero él se aferraba a que ya tenía la vida resuelta a mil seiscientos kilómetros de allí. Por mucho que me pese, no me sorprendieron sus últimas palabras antes de marcharse: “Lo siento, Pablo”.

(inspirado en la Calle del Sol)

No hay comentarios:

Publicar un comentario